LAS BARRAS BRAVAS
Las barrasbravas, conocidas en otros países como ultras, ‘tiffosis’ o ‘torcidas’, congregan a los hinchas más radicales y generalmente sus acciones van ligadas a su pasión por los colores de sus equipos y la violencia.
Este movimiento, que comenzó a principios de la década de los años 40 en Brasil, creció de manera abrupta y se extendió por todo el continente.
Detrás de esos amores por los símbolos de los equipos se esconden aspectos de territorialidad, hechos delictivos y la particular manera de vivir de sus integrantes que deciden incluso morir en torno a una barra de fútbol.
Lastimosamente para el balompié suramericano, cuna de los grandes futbolistas a nivel mundial, la imagen se ve empañada por estos actos violentos, como el último escándalo sucedido hace unos días, cuando la barra de River agredió de manera salvaje al bus del plantel del Boca que se aprestaba a cumplir la cita de la gran final de la Libertadores.
Las barras abravas, conocidas en otros países como ultras, ‘tiffosis’ o ‘torcidas’, congregan a los hinchas más radicales y generalmente sus acciones van ligadas a su pasión por los colores de sus equipos y la violencia.
Este movimiento, que comenzó a principios de la década de los años 40 en Brasil, creció de manera abrupta y se extendió por todo el continente.
Detrás de esos amores por los símbolos de los equipos se esconden aspectos de territorialidad, hechos delictivos y la particular manera de vivir de sus integrantes que deciden incluso morir en torno a una barra de fútbol.
Lastimosamente para el balompié suramericano, cuna de los grandes futbolistas a nivel mundial, la imagen se ve empañada por estos actos violentos, como el último escándalo sucedido hace unos días, cuando la barra de River agredió de manera salvaje al bus del plantel del Boca que se aprestaba a cumplir la cita de la gran final de la Libertadores.
Las barras abravas, conocidas en otros países como ultras, ‘tiffosis’ o ‘torcidas’, congregan a los hinchas más radicales y generalmente sus acciones van ligadas a su pasión por los colores de sus equipos y la violencia.
Este movimiento, que comenzó a principios de la década de los años 40 en Brasil, creció de manera abrupta y se extendió por todo el continente.
Detrás de esos amores por los símbolos de los equipos se esconden aspectos de territorialidad, hechos delictivos y la particular manera de vivir de sus integrantes que deciden incluso morir en torno a una barra de fútbol.
Lastimosamente para el balón pié suramericano, cuna de los grandes futbolistas a nivel mundial, la imagen se ve empañada por estos actos violentos, como el último escándalo sucedido hace unos días, cuando la barra de River agredió de manera salvaje al bus del plantel del Boca que se aprestaba a cumplir la cita de la gran final de la Libertadores.
Un hecho más en una larga lista de sucesos violentos, pero que matemáticamente dejó al desnudo los grandes problemas que van ligados a la descomposición social particular de la región suramericana
Un hecho más en una larga lista de sucesos violentos, pero que matemáticamente dejó al desnudo los grandes problemas que van ligados a la descomposición social particular de la región suramericana
Un hecho más en una larga lista de sucesos violentos, pero que matemáticamente dejó al desnudo los grandes problemas que van ligados a la descomposición social particular de la región suramericana
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